Las compras on-line, algo que antes nos parecía ciencia ficción, se han generalizado para todo tipo de productos. Cuando nos animamos a realizar esta transacción, confiamos ciegamente en la otra parte, ya que de ellos sólo conocemos los datos que nos quieren mostrar en su página web.
Como consumidores nos encontramos huérfanos de derechos a la hora de reclamar, pues existe un vacío legal para perseguir a los estafadores. Recientemente me he enterado de un caso de estafa. Lo ha hecho la web "tienda del ordenador.com" (de la empresa MOAVE S.C), un consumidor compró mediante transferencia bancaria un producto desde casa con unas características y precio determinado. El producto no lo envían hasta que se aseguran que el dinero está ingresado en la cuenta, y una vez hecho garantizan que el envío se hará de inmediato. Pues bien, cuatro semanas después no había llegado, al insistir en las reclamaciones llega el tan esperado paquete, y al abrirlo es un producto con otras características y de valor muy inferior. ¿Qué puede hacer el consumidor en ese momento? Pues llamar a la empresa sería lo normal, pero la web tiene un teléfono 806 que no descuelgan nunca, se envían e-mails, etc hasta que por fin un día descuelgan el teléfono y dicen que el plazo de devolución era sólo de 24 horas y que el incumplimiento de estas condiciones invalidaba cualquier tipo de devolución.
Estos casos de abusos lo único que hacen es entorpecer el desarrollo natural de Internet. Los consumidores nos encontramos indefensos ante un vendedor desconocido y sin apoyo de la Administración para resarcir nuestros legítimos derechos. Si no denunciamos públicamente este tipo de casos, las empresas de la Red estarán destinadas a la quiebra, por la muy justificada desconfianza de los compradores.
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